24 de diciembre de 2008

Sobre el analfabetismo

En un día como hoy, 8 de septiembre, desde 1967 cada año la UNESCO celebra el Día Internacional de la Alfabetización. Por esta razón, quiero compartir con ustedes algunos datos y reflexiones.

Las personas con mayores y mejores hábitos de lectura, cuentan con mayor vocabulario y por lo tanto, comprenderán mejor lo que leen, y así, podrán utilizar lo que aprenden. En entradas anteriores nos hemos referido a los altos niveles de alfabetización en nuestro país, sin embargo, estos datos deben analizarse con cuidado, pues los tiempos cambian y las necesidades para enfrentar estos cambios también.

Aunque el número de las personas que nunca tuvieron contacto con el sistema educativo, y que básicamente se conocían como analfabetas, tiende a descender, diversos técnicos educativos diferencian entre analfabetismo y analfabetismo funcional o sujetos iletrados. Existe el grupo de individuos que iniciaron, pero no terminaron, la educación primaria y aunque sepan leer y escribir, pasan a integrar la categoría que se conoce como la de analfabetos funcionales o iletrados, es decir, estas personas no tienen la capacidad de comprender a plenitud lo que leen ni de expresarse con claridad, tanto en forma verbal como en escrita. Una persona iletrada puede entender un mensaje sencillo, pero su mecanismo lector no es capaz de discriminar la idea principal de las ideas secundarias y no sabe utilizar los conceptos que lee, pues entre otras razones, carece del vocabulario mínimo necesario.

Esta problemática es realmente alarmante, como nos lo plantea el filósofo Arnoldo Mora: “Una de las tareas más importantes que tiene la educación formal, especialmente en los últimos años de la segunda enseñanza y en la educación superior, es enseñar a los y las jóvenes pensar en abstracto..., refiriéndose a la educación, más adelante continua, ...supone que sepamos qué sea el pensar y cuál es el método adecuado para inducir el hábito de pensar en un generación de jóvenes más inclinados a la T.V. … que leer con espíritu crítico y hondura siquiera sean los periódicos”. (Revista Nacional de Cultura UNED, N. 55.)

La situación de los analfabetos funcionales es preocupante, en primer lugar, porque es un grupo que aumenta día a día, en segundo lugar, pues se convierten en un grupo vulnerable que, en algunos sectores, es explotado, no obtienen estabilidad económica y esto afecta significativamente a nivel psicológico.

Hace un tiempo se pensaba que era suficiente leer y escribir, en su momento esto era lo correcto, sin embargo, los tiempos cambian y el desarrollo histórico de la alfabetización ha evolucionado, dejó de ser considerada como un objetivo en sí mismo, a utilizarla como instrumento para el logro de fines sociales e individuales más complejos y ha pasado, a partir de la década de los años setenta, a la conceptualización de la alfabetización como un derecho fundamental de los individuos de todo el mundo.

Una persona que nunca ingresó al sistema educativo es, evidentemente, analfabeta, sin embargo, una de las formas más comunes del analfabetismo funcional es el se contrae por desuso, es decir, las personas que pierden sus destrezas. Otros grupos de riesgo para caer en el analfabetismo son los que, por fenómenos de marginación social o cultural, o que exista algún tipo de aislamiento geográfico, como el caso de nuestros aborígenes, se separa a los individuos del material escrito. Esta desinformación provoca en nuestro país, por ejemplo, que las mujeres indígenas tengan graves problemas de salud, sexual y reproductiva, por falta de una cultura de prevención y el desconocimiento, por sus propias costumbres son explotadas.

El analfabetismo tecnológico se refiere a la incapacidad para utilizar las nuevas tecnologías tanto en la vida diaria como en el mundo laboral y no está reñido con la educación académica en otras materias. Dicho de otra forma, cualquier persona puede ser o convertirse en analfabeta tecnológico, independientemente de su nivel de educación e incluso de su clase social o su poder adquisitivo.

Pero si ahondamos más en este tema, podemos ampliar el término al campo de la ciencia y como afirmó el distinguido científico de la Academia Nacional de Ciencias, Dr. Edgardo Moreno: “La Ciencia en Costa Rica no es importante para la mayoría de la gente. Somos pocos científicos, aquí no hay ni con quien hablar para comparar los hallazgos” (LA NACIÓN, 31 de julio 2008), en el marco de la I Jornada Costarricense de Cultura Científica, en donde pone de manifiesto una preocupación, compartida por muchos científicos, en donde se evidencia una especie de analfabetización científica y en muchos casos, los que han estudiado una carrera en el campo de la ciencia, incluso con estudios doctorales en universidades de gran prestigio, regresan a nuestro país y no saben comunicarse, no escriben, no critican, no contribuyen con el crecimiento local de la ciencia.

En el tanto Costa Rica luche, y lo está haciendo aunque en algunos casos tímidamente, por lograr que la mayoría de la población no se encuentre en estos grupos, lograremos afrontar los retos que nos amenazan como nación independiente y soberana. De esta forma, un gran desafío de la educación es, en primer lugar, el fomentar el hábito de la lectura para iniciar una cultura de información. Pero se debe ir más allá, se debe cruzar el umbral de las diferentes formas de analfabetización. La tecnológica y la científica serán, a mi sentir, las más importantes de superar, para lograr alcanzar los niveles de desarrollo que requerimos y, por que no, que nos merecemos. Parte de este gran desafío es el desarrollar un modelo curricular que fortalezca la calidad de la educación, que potencie las capacidades necesarias para insertarnos e integrarnos en un mundo, con una economía globalizada, en donde la ciencia y la tecnología toma mayor fuerza cada día.

“Cuanto menos se lee,
más daño hace lo que se lee”

Miguel de Unamuno

4 comentarios:

Anónimo dijo...

muy interesante la exposición del tema, el cual es poco conocido ¿de dónde te salió la inspiración? ¿en cuál grupo estaré yo?, ya sé el del analfabetismo científico según las palabras del científico de la Academia Nacional de Ciencias, Dr. Edgardo Moreno, a quien mencionas; ó si existiera el de analfabetismo político ahí entro yo, pues me declaro analfabeta, no por falta de conicimiento sino de interés ;)
Flori

Anónimo dijo...

Es interesante su punto de vista, sin duda, en el momento que por no saber algún idioma o una herramienta computacional se empieza a marginar a esa persona, es un problema que una sociedad que se jacta de ser democrática e inclusiva, debe solucionar. Ya lo decía Einstein: "Todos somos ignorantes, lo que pasa es que la ignorancia es relativa"
MM

Anónimo dijo...

Esto del analfabetismo nos está matando, la primer consecuencia que veo es la ignorancia y la incultura que vemos en las calles, que incluso, propicia la violencia y la forma fácil, de unos pocos, de ganarse la vida a costa de la vida de otros. Si queremos salir del subdesarrollo, debemos gastar más en educación pero también más en cárceles para que los ciudadanos honestos puedan cultivarse.

Anónimo dijo...
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