Dedico esta nueva entrada de este blog para tratar de contestarle a algunas personas que nos han preguntado sobre el nombre “Una moderna caja de Pandora”, que hemos escogido.
A Pandora se le encomendó, por los dioses, el cuido de un ánfora que no debía abrir, en algún momento no se resistió y al abrirla, afloraron de ella todos los males y enfermedades y al percatarse de lo que había hecho, rápidamente la cerró y solamente logró aprisionar a la Esperanza, luego, corrió hacia los hombres a decirles que no todo estaba perdido, que aún les quedaba la esperanza. En el renacimiento se le cambió de ánfora a caja de Pandora.
Decía la Madre Teresa de Calcuta: “todo lo que yo hago es una gota en el océano, así de pequeño es lo que podemos hacer, sin embargo, si yo no lo hiciera, al océano le faltaría una gota”. Ella nace en Albania no por casualidad sino más bien por la causalidad, es decir, no es casual que naciera en uno de los países más pobres de Europa e hiciera su larga vida de misionera en la India. Estaba escrito que ella nos mostraría el verdadero amor, ese amor que nace de la Pobreza y la Abundancia y se multiplica como la espuma del mar, nos mostraría que la Esperanza es vital para acometer cualquier acción que nos conduzca a alcanzar la felicidad. Paradójicamente, sin haber engendrado ninguno, tuvo millones de hijos y trató de darles consuelo más que cosas materiales. Algunas revelaciones recientes de su diario personal y declaraciones de sus confesores sugieren que ella había perdido parte de su fe, pero nunca perdió la esperanza de recobrarla.
Pues bien, la esperanza es una de las principales razones de este espacio y por ello he escogido a Pandora, que etimológicamente significa “la portadora de todos los dones”, pero además, le agregamos lo de "moderna", pues de ella espero que fluyan curas y no enfermedades, soluciones en vez de problemas, puentes que unan en lugar de murallas que dividan.
Lo que cada uno de nosotros hace, como educadores, hijos o hijas, padres o madres, vecinos, funcionarios públicos, poetas o científicas, podría parecer poco, pero si no lo hiciéramos, a este gran océano del conocimiento y de la comunicación, le faltaría una gota.
A Pandora se le encomendó, por los dioses, el cuido de un ánfora que no debía abrir, en algún momento no se resistió y al abrirla, afloraron de ella todos los males y enfermedades y al percatarse de lo que había hecho, rápidamente la cerró y solamente logró aprisionar a la Esperanza, luego, corrió hacia los hombres a decirles que no todo estaba perdido, que aún les quedaba la esperanza. En el renacimiento se le cambió de ánfora a caja de Pandora.
Decía la Madre Teresa de Calcuta: “todo lo que yo hago es una gota en el océano, así de pequeño es lo que podemos hacer, sin embargo, si yo no lo hiciera, al océano le faltaría una gota”. Ella nace en Albania no por casualidad sino más bien por la causalidad, es decir, no es casual que naciera en uno de los países más pobres de Europa e hiciera su larga vida de misionera en la India. Estaba escrito que ella nos mostraría el verdadero amor, ese amor que nace de la Pobreza y la Abundancia y se multiplica como la espuma del mar, nos mostraría que la Esperanza es vital para acometer cualquier acción que nos conduzca a alcanzar la felicidad. Paradójicamente, sin haber engendrado ninguno, tuvo millones de hijos y trató de darles consuelo más que cosas materiales. Algunas revelaciones recientes de su diario personal y declaraciones de sus confesores sugieren que ella había perdido parte de su fe, pero nunca perdió la esperanza de recobrarla.
Pues bien, la esperanza es una de las principales razones de este espacio y por ello he escogido a Pandora, que etimológicamente significa “la portadora de todos los dones”, pero además, le agregamos lo de "moderna", pues de ella espero que fluyan curas y no enfermedades, soluciones en vez de problemas, puentes que unan en lugar de murallas que dividan.
Lo que cada uno de nosotros hace, como educadores, hijos o hijas, padres o madres, vecinos, funcionarios públicos, poetas o científicas, podría parecer poco, pero si no lo hiciéramos, a este gran océano del conocimiento y de la comunicación, le faltaría una gota.
7 comentarios:
La esperanza que todos necesitamos... La invitación a seguir contribuyendo para un mundo mejor.
Me gusta.
Saludos desde Río de Janeiro, donde la lluvia ha hecho estragos, deslizamientos y caos vial.
Alejandra León
Esperanza... un don que todos necesitamos en estos tiempos, necesitamos tenerla y compartirla. Me gusta lo que dices de la gota de agua y, efectivamente, una gota de agua no es el mar, pero contiene lo que se necesita para llegar a ser el mar. No somos Dios, pero cada uno de nosotros está hecho de la esencia de Dios.
Un abrazo, Evelyn.
Profe Manuel, usted siempre ha sido una gran inspiración tanto para mí, como para muchos de los estudiantes de EMAC, y creo que ese amor que le tiene no sólo a la Matemática sino a la enseñanza, se ve reflejado en artículos como estos.
La sabiduría de sus palabras han sido mi motor muchas veces cuando no sé cómo arrancar.
Gracias por no sólo dedicarse a formar matemáticos, sino a formar personas de bien.
Atte Ana Elena
En estos tiempos de escepticismo, y estando la fe más ligada a motivaciones religiosas, la esperanza en nuestras propias capacidades como especie humana, portadora de la mejor inteligencia que conocemos, creo que es lo mejor que podemos transmitir a nuestros estudiantes, y es quizá lo único que nos permita un mejor destino para la humanidad; como compañero profesor te felicito por abrirnos este espacio. Warner Chaves Vargas
En la esperanza se basa mi vida hoy en día...
Esta é a minha visita, pela primeira vez aqui. Eu encontrei tantas coisas interessantes no seu blog especialmente a discussão sua. Do toneladas de comentários em seus artigos, eu acho que não sou o único a ter todo o prazer aqui! manter o bom trabalho.
hola, Chicos, Este fue un buen artículo para leer, gracias por compartirlo.
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