La verdad es una meta y su búsqueda debería ser un fin para cada persona, como lo hemos mencionado en entradas anteriores, con ella seremos capaces de encontrar la felicidad y la libertad. En esta búsqueda de la verdad y el conocimiento, hemos tenido diversas visiones, interpretaciones y paradigmas e incluso, es usual que en nuestro modelo educativo formal una "verdad" no es verdad si no se "demuestra", si no se respalda por un estudio científico; los humanos nos volvemos cada día más cerebrales y menos espirituales. Por qué explicar el aroma de una flor, analizar un atardecer, interpretar la sonrisa de un bebé, descifrar el olor de la lluvia, en vez de, simplemente, disfrutar de estos regalos que nos da la vida.
Nunca dejará de sorprenderme el que los libros sagrados de algunas de las religiones monoteístas más importantes, y escritos hace mucho tiempo, tengan información de carácter científico, relevante y que solo es conocida muchos siglos después; por lo general los científicos despreciamos lo que la razón no puede explicar. El caso de algunos de los libros sagrados lo abordaré en una futura entrada, por el momento me refiero a estudios recientes sobre las aproximaciones que se dan de la velocidad de la luz en el Corán, y lo que es más impresionante, a qué velocidad viajan los ángeles.
Por definición, un ángel es un ser incorpóreo, impalpable que está presente en muchas religiones. Sus deberes son, básicamente, asistir y servir a Dios; tanto en el judaísmo, cristianismo y el islamismo, actúan como mensajeros y se les atribuye el papel de intermediarios entre la divinidad y la humanidad. Por ejemplo, para los persas un ángel fue el encargado de revelar la verdad a Zoroastro (siglo VI a.C.) quien redactó el Avesta, su libro sagrado. Para los mormones, fue el ángel Moroni el que entregó las “planchas de oro” a José Smith, quién publicó el Libro del Mormón en 1830.
Existe una clasificación de los ángeles en tres grupos, que data del los siglos IV y V d.C. Dentro de estos tres grupos, el primero está compuesto de serafines, querubines y tronos; el segundo por dominaciones, virtudes y potestades; solamente el tercero es el que establece relación con los seres humanos, aquí es donde se encuentran los arcángeles, junto a los principados y los ángeles. Junto con Miguel y Rafael, al ángel Gabriel se le considera arcángel por ser los únicos ángeles con nombre y encargados de llevar misiones importantes.
El nombre de Gabriel aparece por primera vez en el libro de Daniel (Daniel 8:15-17). En el Evangelio de Lucas, es Gabriel quien le anuncia a María que dará a luz un niño al que pondrá de nombre Jésus (Lucas 1:26-38), esta es la última vez que su nombre aparece. Según la antigua leyenda, es Gabriel el ángel que revela a Juan el libro del Apocalipsis y es él quien sopla el cuerno que anuncia el Día del Juicio.
En el Talmud, Gabriel aparece como el destructor de los ejércitos de Senaquerib, rey de Asiria, cerca del siglo VII a.C. El arcángel Gabriel fue el que mostró a José el camino, y fue uno de lo ángeles que enterró a Moisés. Es también la voz que le dijo a Noé que salvara dos animales de cada especie en su arca antes del Diluvio Universal; la voz invisible que le dijo a Abraham que no era necesario que sacrificara a su hijo Isaac; la fuerza invisible que luchó con Jacob y también la voz de la zarza ardiente.
En el Islam el ángel Gabriel ocupa un puesto de privilegio, ya que fue el medio a través del cual Dios designó a Mahoma como su profeta y es este ángel quien reveló el Corán a Mahoma. Los musulmanes creen que Gabriel acompañó a Mahoma en su ascensión al cielo.
Como datos curiosos, en el Corán, escrito en el siglo VII d.C., la palabra “ángel” aparece 108 veces, mientras que “ángeles” lo hace 78 veces. En la Biblia aparecen estas palabras 272 y 159 veces, respectivamente. Al ángel Gabriel se le nombra en el Corán 4 veces, mientras que en la Biblia 10 veces.
Seguro estoy, estimado lector, que usted conoce algunas historias relacionadas con estos mensajeros; por mi parte, al escribir estas líneas recordé que mis padres, cuando un bebé mira fijamente un punto en que no hay nada y sonríe, dicen que está mirando a un ángel, talvez el ángel de "la guarda" y recordé la oración “Ángel de la Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, no me dejes solo, que me perdería” que me ayudaba, de niño, a conciliar el sueño en aquellas calurosas noches en mi querida Alajuela. Recordé también la excelente película City of Angels en donde el ángel Seth, interpretado por Nicolas Cage, se enamora y cambia toda su inmortalidad para poder sentir, como humano, las caricias de su amada, interpretada por Meg Ryan; con la música de fondo Angel, en la voz angelical de Sarah McLachlan. Vinieron a mi mente varios recuerdos, desde aquella serie Camino al Cielo, en donde un ángel, interpretado por Michael Landon, debe realizar buenas acciones para ganarse sus alas, hasta la irreverencia del ángel desgarbado y de malas costumbres, interpretado por Jhon Travolta, en la película Michael. Recordé el libro Ángeles y Demonios de Dan Brown con todo su simbolismo y controversia; también algunos poemas, como por ejemplo
Ayer soné que veía
a Dios y Dios me hablaba
y soñé que Dios me oía…
después soñé que soñaba
de Antonio Machado. Además, como olvidar la melancólica y bellísima canción Ángel para un final ( letra y vídeo ) de Silvio Rodríguez, y de la cual transcribo la primera estrofa:
cuentan que cuando un silencio,
aparecía entre dos,
era que pasaba un ángel
que les robaba la voz
Estos datos que escribo, simplemente dan testimonio de que algunos seres están presentes en diversos momentos históricos y revelados por las diferentes y principales religiones monoteístas, incluso con el mismo nombre, como es el caso de Gabriel. Además, han sido inspiración en decenas de historias, películas, series, entre muchos otros.
Hasta aquí podemos compartir o no, la creencia de la existencia de seres que algunos han llamado ángeles, sin embargo, las líneas que siguen nos sugieren que Mahoma, cuando escribe el Corán, realmente recibió ayuda de un ser superior.
La historia del cómo se llega finalmente al cálculo de la velocidad de la luz es apasionante, desde Empédocles, Aristóteles, Avicena, Kepler, Galileo, Newton, Maxwell hasta Einstein con su Teoría de la Relatividad Especial, entre muchos otros, discutieron sobre este asunto por más de dos mil años, hasta que la velocidad de la luz fue incluida, oficialmente, en el Sistema Internacional de Unidades como constante el 21 de octubre de 1983, con el valor aproximado de 299792,458 km/s.
Pues bien, en el Corán, Sura 32: 5, se escribe: Él dispone en el cielo todo lo de la tierra. Luego, todo ascenderá a Él en un día equivalente en duración a mil años de los vuestros. Aquí los “mil años de los nuestros” equivalen a 1200 órbitas lunares, dado que cada año tiene 12 meses y cada mes es lunar y no relativo al Sol y en este verso se refiere a distancia. También en el Corán, Sura 70: 4, se escribe: Los ángeles y el Espíritu ascienden a Él en un día que equivale a cincuenta mil años.
De estos dos versos y luego de aplicar la fórmula básica v = d / t, se obtiene que la velocidad de la luz es 299792,5 km/s y que efectivamente, los ángeles pueden viajar a esa velocidad. Si está interesado en los cálculos, que se efectúan con detalle, puede leer el interesante artículo Relativity in Quran (Koran) o ver el vídeo en YouTube "The Speed of light". O también, puede leer The Speed of Light Calculation in Quran.
Nunca dejará de sorprenderme el que los libros sagrados de algunas de las religiones monoteístas más importantes, y escritos hace mucho tiempo, tengan información de carácter científico, relevante y que solo es conocida muchos siglos después; por lo general los científicos despreciamos lo que la razón no puede explicar. El caso de algunos de los libros sagrados lo abordaré en una futura entrada, por el momento me refiero a estudios recientes sobre las aproximaciones que se dan de la velocidad de la luz en el Corán, y lo que es más impresionante, a qué velocidad viajan los ángeles.
Por definición, un ángel es un ser incorpóreo, impalpable que está presente en muchas religiones. Sus deberes son, básicamente, asistir y servir a Dios; tanto en el judaísmo, cristianismo y el islamismo, actúan como mensajeros y se les atribuye el papel de intermediarios entre la divinidad y la humanidad. Por ejemplo, para los persas un ángel fue el encargado de revelar la verdad a Zoroastro (siglo VI a.C.) quien redactó el Avesta, su libro sagrado. Para los mormones, fue el ángel Moroni el que entregó las “planchas de oro” a José Smith, quién publicó el Libro del Mormón en 1830.
Existe una clasificación de los ángeles en tres grupos, que data del los siglos IV y V d.C. Dentro de estos tres grupos, el primero está compuesto de serafines, querubines y tronos; el segundo por dominaciones, virtudes y potestades; solamente el tercero es el que establece relación con los seres humanos, aquí es donde se encuentran los arcángeles, junto a los principados y los ángeles. Junto con Miguel y Rafael, al ángel Gabriel se le considera arcángel por ser los únicos ángeles con nombre y encargados de llevar misiones importantes.
El nombre de Gabriel aparece por primera vez en el libro de Daniel (Daniel 8:15-17). En el Evangelio de Lucas, es Gabriel quien le anuncia a María que dará a luz un niño al que pondrá de nombre Jésus (Lucas 1:26-38), esta es la última vez que su nombre aparece. Según la antigua leyenda, es Gabriel el ángel que revela a Juan el libro del Apocalipsis y es él quien sopla el cuerno que anuncia el Día del Juicio.
En el Talmud, Gabriel aparece como el destructor de los ejércitos de Senaquerib, rey de Asiria, cerca del siglo VII a.C. El arcángel Gabriel fue el que mostró a José el camino, y fue uno de lo ángeles que enterró a Moisés. Es también la voz que le dijo a Noé que salvara dos animales de cada especie en su arca antes del Diluvio Universal; la voz invisible que le dijo a Abraham que no era necesario que sacrificara a su hijo Isaac; la fuerza invisible que luchó con Jacob y también la voz de la zarza ardiente.
En el Islam el ángel Gabriel ocupa un puesto de privilegio, ya que fue el medio a través del cual Dios designó a Mahoma como su profeta y es este ángel quien reveló el Corán a Mahoma. Los musulmanes creen que Gabriel acompañó a Mahoma en su ascensión al cielo.
Como datos curiosos, en el Corán, escrito en el siglo VII d.C., la palabra “ángel” aparece 108 veces, mientras que “ángeles” lo hace 78 veces. En la Biblia aparecen estas palabras 272 y 159 veces, respectivamente. Al ángel Gabriel se le nombra en el Corán 4 veces, mientras que en la Biblia 10 veces.
Seguro estoy, estimado lector, que usted conoce algunas historias relacionadas con estos mensajeros; por mi parte, al escribir estas líneas recordé que mis padres, cuando un bebé mira fijamente un punto en que no hay nada y sonríe, dicen que está mirando a un ángel, talvez el ángel de "la guarda" y recordé la oración “Ángel de la Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, no me dejes solo, que me perdería” que me ayudaba, de niño, a conciliar el sueño en aquellas calurosas noches en mi querida Alajuela. Recordé también la excelente película City of Angels en donde el ángel Seth, interpretado por Nicolas Cage, se enamora y cambia toda su inmortalidad para poder sentir, como humano, las caricias de su amada, interpretada por Meg Ryan; con la música de fondo Angel, en la voz angelical de Sarah McLachlan. Vinieron a mi mente varios recuerdos, desde aquella serie Camino al Cielo, en donde un ángel, interpretado por Michael Landon, debe realizar buenas acciones para ganarse sus alas, hasta la irreverencia del ángel desgarbado y de malas costumbres, interpretado por Jhon Travolta, en la película Michael. Recordé el libro Ángeles y Demonios de Dan Brown con todo su simbolismo y controversia; también algunos poemas, como por ejemplo
Ayer soné que veía
a Dios y Dios me hablaba
y soñé que Dios me oía…
después soñé que soñaba
de Antonio Machado. Además, como olvidar la melancólica y bellísima canción Ángel para un final ( letra y vídeo ) de Silvio Rodríguez, y de la cual transcribo la primera estrofa:
cuentan que cuando un silencio,
aparecía entre dos,
era que pasaba un ángel
que les robaba la voz
Estos datos que escribo, simplemente dan testimonio de que algunos seres están presentes en diversos momentos históricos y revelados por las diferentes y principales religiones monoteístas, incluso con el mismo nombre, como es el caso de Gabriel. Además, han sido inspiración en decenas de historias, películas, series, entre muchos otros.
Hasta aquí podemos compartir o no, la creencia de la existencia de seres que algunos han llamado ángeles, sin embargo, las líneas que siguen nos sugieren que Mahoma, cuando escribe el Corán, realmente recibió ayuda de un ser superior.
La historia del cómo se llega finalmente al cálculo de la velocidad de la luz es apasionante, desde Empédocles, Aristóteles, Avicena, Kepler, Galileo, Newton, Maxwell hasta Einstein con su Teoría de la Relatividad Especial, entre muchos otros, discutieron sobre este asunto por más de dos mil años, hasta que la velocidad de la luz fue incluida, oficialmente, en el Sistema Internacional de Unidades como constante el 21 de octubre de 1983, con el valor aproximado de 299792,458 km/s.
Pues bien, en el Corán, Sura 32: 5, se escribe: Él dispone en el cielo todo lo de la tierra. Luego, todo ascenderá a Él en un día equivalente en duración a mil años de los vuestros. Aquí los “mil años de los nuestros” equivalen a 1200 órbitas lunares, dado que cada año tiene 12 meses y cada mes es lunar y no relativo al Sol y en este verso se refiere a distancia. También en el Corán, Sura 70: 4, se escribe: Los ángeles y el Espíritu ascienden a Él en un día que equivale a cincuenta mil años.
De estos dos versos y luego de aplicar la fórmula básica v = d / t, se obtiene que la velocidad de la luz es 299792,5 km/s y que efectivamente, los ángeles pueden viajar a esa velocidad. Si está interesado en los cálculos, que se efectúan con detalle, puede leer el interesante artículo Relativity in Quran (Koran) o ver el vídeo en YouTube "The Speed of light". O también, puede leer The Speed of Light Calculation in Quran.
Lo valioso y rescatable de esto es notar que, en primer lugar, estos seres conocidos como ángeles, estás presentes en muchas culturas y en diferentes lugares y tiempos históricos, que personalmente no creo que sea una simple coincidencia, en segundo lugar, leer entre líneas los libros sagrados y con los ojos de creyente y al mismo tiempo de científico, nos puede abrir la puerta hacia nuevos y hermosos universos.
No os olvidéis de la hospitalidad,
porque por ella algunos,
sin saberlo, hospedaron ángeles.
He 13: 2.
8 comentarios:
Me inspiraste... también creo que los ángeles existen, y que muchos se esconden en la forma de un ser humano. Me alegra que leas del tema y nos hagas llegar la información ya resumida.
Muchos saludos y recuerdos,
Margot
Excelente entrada, me gusta porque realmente creo en los ángeles y en especial en el ángel de la guarda al cual invoco en muchos momentos de mi vida, en especial cuando estoy triste, confundida o enferma (como todo ser humano recurro en los momentos más duros).
Además, me parece interesante que así como Dios, Alá, Jehová, Sibö o como lo queramos llamar está presente en nuestras vidas, los ángeles sean un punto de intersección entre varias o todas (no lo sé) las religiones.
Y recuerda que entre tus sobrinos existe también un Gabriel :)
Gracias profesor, para mi siempre es un placer leer lo que usted escribe!
Le digo que me gustó mucho la entrada "De los ángeles y luz" , esto porque soy una persona que cree más allá de lo que la ciencia me asegura que existe!!
Es lindo vivir con la esperanza de que existe algo sobrenatural a nuestro alrededor!!
Hasta luego y gracias!
Jessica Navarro
Muy interesante su artículo sobre los ángeles. Siempre he tenido la convicción que desde que nacemos estamos custodiados por un ángel protector que nos guía por el buen camino y nos libra de los peligros que atentan nuestra vida.
Me ha llamado mucho la atención este tema y el significado que se le designa a cada uno de los ángeles y arcángeles porque según tengo entendido es por su nombre que llegamos a entender cuál es la misión específica para la que han sido enviados por Dios. Incluso una vez leí que Rafael, patrono de mi pueblo, significa "Medicina de Dios", atribuible al hecho de haber protegido a Tobías de su ceguera.
Creo, en lo personal,que mi Ángel de la Guarda, a quien invoco con regularidad, me guía cuando debo tomar decisiones trascendentales.
AVR
Hola Manuel,
Mi opinión espiritual crece cada vez que alguien pronuncia la palabra "ángel" creo en ellos como los ayudantes del Señor que nos dan día a día la vivencia de sus milagros. El arcángel de mi vida es Rafael, y de Gabriel siempre he pensado que es puro sentimiento y protector de niños. Gracias por ampliar mis conocimientos me encantó el tema.
Mi opinión personal, muy buena entrada; trata de mantenernos espiritualmente a flote en estos tiempos donde la humanidad camina rápido y ansiosa, sin paz por falta de un ángel, como decis vos "para disfrutar de estos regalos de nos da la vida"
Lo enviaré a mucha gente que se les gusta esta filosofía de vida espiritual plena.
Guiselle
Muy interesante y educativo su trabajo. Generalmente aceptamos las cosas como se nos dan y no cuestionamos o buscamos de ellas. Para qué, es muy fácil usar las cosas tal y como se nos dan, pero claro, para los espíritus inquietos y con actitud investigativa, esto no satisface. De ahí que resulta refrescante sus artículos de opinión. Felicitaciones.
Estimado Manuel muy reconfortante sus artículos. Me parece que tienen la magia de lo cotidiano con condimento de sabiduría técnica o digamos conocimientos científicos. Un saludo y siga adelante. A algunas personas el ser superior les ha encargado de estas misiones. Usted las está aprovechando muy bien.
Olman
Buenas tardes.
Me interesa ponerme en contacto con usted. Le agradezco si me escribe a jenvarac@hotmail.com
Conozco de un grupo que vendrá a tratar temas relacionados en el mes de Noviembre.
Quisiera saber si hay algún grupo acá al que se pueda contactar.
Gracias.
Jennifer
Publicar un comentario